Odio muchísimo las agujas. Pero de verdad. 
Al punto de no saber coser, ni leer relojes analógicos, menos donar sangre y prefiero hablar antes de que me pinchen.
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Este proyecto hecho con inteligencia artificial parte de ese odio que comparto con los globos.
¿Y si hacemos una sesión de acupuntura para globos? La delicadeza de la aguja y la de la piel del globo.

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